''La parte más alta del mástil del barco, una especie de canasta que servía como puesto de observación''. La frase conocida por todos surgió de los marineros, que se decían entre sí ''vete lejos, sube al nido de los cuervos, donde nadie lo puede ver a uno, donde era terrible estar'', indicó Reyes.
En españa tiene como significado pene ,pero es mas entendido que en Africa hay una isla que se llama o se llamaba carajo;Al quedar tan lejos de España pues unos a otros por coraje o quizas por humor pues se decian unos a otros vete al carajo referiendose a esta islas.
Usado así en España
"VETE AL CARAJO!"
En Colombia quiere decir sitio muy lejano. En realidad, es el nombre de unas pequeñas microislas en medio de la inmensidad del Océano Índico. También quiere decir niño necio, niño pequeño. Se usa para designar algo muy pequeño, insignificante o nimio. Nombre de una Banda musical argentina de Groove Metal.
Usado así en Argentina
"Cuando digo me voy para el carajo, quiero decir que me voy muy lejos. En Colombia hay una canción tropical que se llama Me importa un carajo."
Rodrigón, y por asociación familiar, pene. Aunque seguramente pasó por el latín, en griego ya existía la palabra χαραξ / ακος / ο / η (carax / carakos / caraco / carake, "carajo, rodrigón, puntal"). La expresión "mandar al carajo" es equivalente a "mandar a la mierda". La etimología puede ser compleja; "carabo" era una embarcación de origen árabe para recorrer las costas, pero también era una bandeja usada por las mujeres para llevar mercadería sobre sus cabezas. La palabra "carabela" puede provenir de la primera acepción, como también del nombre de la canasta, que se asoció a la de vigía que éstas naves tenían sobre su palo mayor, y por disimilación pudo cambiar la "b" de "carabo" a una "j". Cuando se enviaba al carajo a un marinero, se lo estaba confinando a la intemperie en un sitio inseguro, que era más que nada un castigo. "Subir al carajo" se asoció al palo o mástil, o a la bandeja de arriba, y de allí las definiciones actuales. Como toda palabra malsonante, también se usa como exclamación de fastidio, de sorpresa o reprimenda. Ver canejo, carancho, ¡carajo!.
"Pero carajo, pero carajo! / quién trajo el ajo?! quién trajo el ajo?! / Tan justo ahora que sin collares / Lucy me muestra sus yugulares."