Es la alteración de la temperatura corporal respecto a los valores normales, bien por encima o por debajo. Puede conllevar un subidón de la temperatura que no conlleva fiebre, ni ser de origen infeccioso. Se suele evidenciar con signos como escalofríos o sensación de tener fiebre pero sin tenerla.
"La distermina no conlleva necesariamente fiebre."