En latín suffragium no sólo significa votación, también ayuda, favor, aprobación social. Por esto el sufragio religioso en el ámbito cristiano católico era cualquier ayuda normalmente económica que hacían los cristianos a la iglesia como institución para que intercediera por los parientes difuntos. Estas ayudas ahora suelen hacerse indirectamente, a través de Cruz Roja u otras oeneges, con una intención simplemente solidaria, aunque en las parroquias, a donde cada día acude menos gente, siguen pasando el cepillo o la canastilla.