Antigua y desusada palabra del argot delictivo sevillano del siglo XVI. Nombra a un ladrón boquetero, que hace o aprovecha un agujero (guzpátaro) para ingresar a cometer su delito.
"...tanteauan la groseza del muro de la tal casa, y diseñauan el lugar mas conueniente para hazer los guzpataros, que son agujeros, para facilitar la entrada. (La palabra es tan antigua, que este es el único ejemplo que hallé)"