Es la españolización de un término técnico en Zoología y Ornitología (del género Anhinga), al cual pertenece el Pato aguja o Cotúa. La familiarización y uso frecuente ha obligado a tomarlo como otro nombre común de la especie. La palabra es de origen Tupí-guaraní y quiere decir de cabeza pequeña. También era el nombre de un espíritu maligno en su mitología de un ser mitad ave y mitad serpiente, muy similar a la apariencia del pato aguja (algunos le dicen pato serpiente).
"La palabra aninga tiene origen Tupí-guaraní."
Llegó acá porque está como sinónimo en corúa.
"Creo que el nombre se escribe 'anhinga', pero como la hache es muda..."