Aunque la RAE solo contempla esta palabra como una interjección, también puede usarse como un sustantivo, como algo que genera dolor. Era típico, hace décadas, martirizar a los niños pellizcándolos según se les recitaba la pregunta "¿A quién quieres más, a tu padre, a tu madre o al ayayay?" con el consiguiente fastidio de los chiquillos que, a menudo, no contestaban por el dolor del pellizco ante el regocijo del atormentador adulto.
Este fragmento contiene algún extracto de ayayay en decine21.com"¿A quién quieres más, a tu padre, a tu madre o al ayayay?"