Pequeña localidad burgalesa al oeste de la capital, cercana a Castrojeriz y a la palentina Frómista, en el camino de Santiago, con algo más de 50 vecinos, que cambió su nombre en el verano de 2015, pues desde el siglo XVII se había llamado Castrillo Matajudíos por el pánico de los judíos conversos a la Inquisición. El pueblo lo había creado una comunidad de judíos expulsados de Castrojeriz, en una mota o montículo cercano al río Odra, en el siglo XI, llamándolo entonces Castrillo de los Judíos.
"Los escasos cincuenta y tantos habitantes actuales de Castrillo Mota de Judíos reconocen que son descendientes de los judíos conversos, como también nos pasa a casi todos los españoles."