También cencello o cencellada. Así dicen en mi tierra zamorana al rocío helado acumulado sobre las ramas de los árboles en los fríos días de invierno. En los inviernos más duros el cenceño se acumula días y días a orillas de los ríos, como el Duero, envueltos en una niebla helada.
"Con el cenceño el índice de humedad es muy alto y muy frío."