Quiere decir despedazado. Era un suplicio de la edad media que consistía en amarrar al sentenciado a cuatro caballos, cada uno de los cuales tiraba una extremidad en diferentes direcciones, arrojando como consecuencia final que el cuerpo quedaba destrozado en cuatro partes. En la actualidad se usa para designar un tipo salvaje de homicidio en el cual el cuerpo de la víctima se abandona despedazado y muchas veces las partes disgregadas para dificultar o demorar la identificación.
"En México encontraron un cadáver de un joven descuartizado, asesinado en Sinaloa."