Refrán latino antiguo, conocido por los legionarios romanos, también mencionado por Alonso de Herrera en su Agricultura General del siglo XVI: "Soy la borraja que siempre doy alegrías". Pedanio Dioscórides Anazarbeo y Cayo Plinio Segundo el viejo, ambos del siglo I, la consideraban antidepresiva porque alegraba el corazón. Hoy sabemos que estimula la adrenalina. Aunque lo que probablemente estimulaba y anestesiaba a los soldados antes de las batallas era el vino en el que la planta se ponía en maceración.
"Plinio el viejo llamó a la borago officinalis euphrosinum, alegría, creyendo quizá que era el componente esencial de la nepenthe homérica."