Del verbo latino fallo, engañar, ocultar, frustrar. Recogiendo la misma dirección semántica de los compañeros: Engaño, error y como americanismo quiebra comercial y carencia o privación de algo, que también recoge la RAE. Me llamó la atención la utilización de esta palabra, en lugar de carencia, por parte del compañero John en sus exhaustivas e ilustrativas caracterizaciones de los elementos de la sangre del sábado santo.
"..y cuando hay falencia (de glóbulos blancos) se llama leucopenia, decía el compañero. Las células asesinas también despiertan mi curiosidad."