No sé qué tan popular sea este neologismo, pero al menos está bien construido. Resulta que tiene dos interpretaciones, una sería como variante de xilofilia ("amor por los árboles, por los bosques") y otra quizá más usada como "apego a lo material". Es que en su origen etimológico griego υλη (hylee) es tanto "madera, cuerpo del árbol o bosque" como "materia, material para fabricar objetos", que se une al sufijo φιλια (filia "amor, inclinación afectiva"). Ver ecosexo, Diógenes.
"Esperemos que nadie la defina como el amor por los hilos, por el bordado y la costura."