Así llamaron los romanos a partir del siglo II a. d. C. al oppidum turdetano de Licabrum heredero de Tartessos, que se corresponde con la actual ciudad cordobesa de Cabra, cuyo gentilicio por ello es egabrense, como constata nuestro Diccionario. En los años 60, durante nuestra dictadura, el ministro José Solís, natural de Cabra, defendía en un discurso parlamentario: ¡Menos latín y más deporte! Porque ¿para qué sirve ya el latín? A lo que le respondió desde su asiento Adolfo Muñoz Alonso que después fuera rector de la Universidad Complutense: Por de pronto, señor ministro, para que a su Señoría, que ha nacido en Cabra, le llamen egabrense y no otra cosa.
"A Igabrum, ciudad de la Bética, los visigodos llamaron Egabro y los árabes transformaron en Qabra"