Expresión de fiesta y júbilo que los romanos gritaban en las calles constantemente en las Fiestas Saturnales que celebraban ahora, los días anteriores al solsticio de invierno desde el 17 al 23 de diciembre: ¡Feliz Saturnalia!. Expresión semejante a nuestra ¡Feliz Navidad! pero con más anhelo de goce físico que espiritual. El vino no faltaba y los esclavos intercambiaban sus papeles con sus amos. Cristianizado el imperio, la Navidad cubrió con su delicado manto estas fiestas dedicadas a Saturno, el dios que destronó a su padre Urano segando su virilidad y que después se comía a sus propios hijos.
"Según los latinistas, parece que los romanos pronunciaban la interjección io como los italianos actuales su yo cargando la intensidad fonética en la i"