Así llamaban a Sevilla los árabes. Los turdetanos, pueblo prerromano que habitaba la zona del bajo Guadalquivir algunos siglos a. C., herederos de los tartesios, la llamaron Ispal o Spal, tierra llana en fenicio, que Julio César y los romanos transformaron en Híspalis, Julia Romula Hispalis. En las monedas visigodas aparece después Spalis e Ispalis que los árabes convirtieron en Ishbiliya por su dificultad fonética con la p. Finalmente se castellanizó en nuestra Sevilla.
"Ishbiliya estuvo junto al río Guadalquivir, pero anteriormente acompañó al río Betis y algunos siglos antes al río Tartesos. ¡Cuántas historias se esconden en el lenguaje!"