Si bien la Ley de Brandolini no es realmente una ley, la también llamada "principio de la asimetría de la tontería" se cumple en la mayoría de los casos. Según su creador, el programador italiano Alberto Brandolini, "El total de energía necesaria para refutar tonterías es de una magnitud mayor que para producirlas"; y se refiere a los bulos, errores y mitos difundidos fácilmente por los medios de comunicación, por las redes e incluso por la tradición, y el gran esfuerzo que se necesita luego para desmentirlos. Si bien este concepto ya había sido presentado anteriormente por Gérard Bronner o Daniel Kahneman, Brandolini lo hizo popular en 2013 desde su cuenta de Twitter. Ver "ley de Cunningham".
"Ya es grave cuando se trata de yerros, pero el costo señalado por la Ley de Brandolini para un engaño intencional es socialmente imperdonable."
1. Trátese de una máxima que indica que la energía necesaria para refutar tonterías, una creencia falsa o una información de dudosa veracidad, es mucho mayor que la necesaria para producirlas, con lo que advierte de lo complicado que es luchar contra la desinformación, las mentiras y los bulos; esta máxima se ha popularizado en la época actual, donde a través de internet es más rápido y sencillo propagar información falsa.
"La ley de Brandolini es llamada también principio de la asimetría de la tontería."