Palabra inventada por Julio Cortázar en su novela Rayuela, usando su lenguaje glíglico. No tiene un significado propio, se sugiere en el contexto a interpretación del lector.
Este fragmento contiene algún extracto de marioplumas en gustavoarielschwartz.org"¡Evohé! ¡Evohé! Volposados en la cresta del murelio, se sentía balparamar, perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice."