f. Necrosis o muerte de células o segmentos tisulares en el organismo que se combina con alteraciones putrefactivas.
Las células para su vitalidad requieren tres condiciones: la integridad anatómica, la irrigación sanguínea y la regulación trófica (de la nutrición) por parte del sistema nervioso. Si falla alguna de estas tres condiciones se puede producir la muerte celular (necrosis): la parte del tejido blando muerto se conoce por escara, y la de hueso muerto se denomina secuestro. En particular, fagedenismo' es el nombre que recibe la gangrena que aparece en una superficie ulcerada y que se va extendiendo progresivamente, mientras que si la parte gangrenada no entra en putrefacción recibe el nombre de necrobiosis o necrosis aséptica. Las gangrenas se suelen clasificar en húmedas y secas.
En la gangrena húmeda, la región afectada está edematosa e hinchada, con la piel levantada por la existencia de ampollas, y los músculos presentan una coloración rojoviolácea. Estas condiciones favorecen el crecimiento de los microorganismos, por lo que la zona gangrenada despide un olor nauseabundo debido al amoniaco, ácidos grasos y otras sustancias que se forman por la descomposición química de las grasas y albúmina de los tejidos. Este tipo de gangrena puede afectar tanto a los tejidos de la superficie corporal como a los órganos internos.
La gangrena seca se produce sobre todo en las extremidades y se conoce también por momificación local. Se debe a la desecación rápida de una zona necrosada, por lo que no se produce putrefacción. El órgano o miembro afecto por gangrena seca está reducido de volumen, arrugado y endurecido, la piel que lo cubre tiene una coloración oscura y no se percibe ningún olor. En la gangrena seca no existen condiciones que favorezcan la vida microbiana. El foco gangrenoso de este tipo de gangrena suele estar bastante bien delimitado respecto a los tejidos vivos adyacentes, mientras que en la gangrena húmeda es difícil establecer un límite preciso. Las causas que son capaces de producir gangrenas permiten clasificarlas en tres grupos: 1) las gangrenas por desorganización del elemento anatómico, como ocurre en casos de frío intenso y prolongado, por la acción de cáusticos, etc.; 2) las gangrenas por un trastorno de la circulación sanguínea, como en las afecciones que presentan una disminución del riego sanguíneo, entre las que se incluyen la aterosclerosis, la isquemia, la embolia, las arteritis, etc., y 3) las gangrenas por trastornos nerviosos, como los casos en que existe sección de un nervio, los decúbitos, etc. El tratamiento de la gangrena consiste en separar la parte enferma de la parte sana. Cuando no puede realizarse esta separación, debe conservarse la parte gangrenada aislada del aire y protegida por un vendaje; también puede ser útil la irrigación continua con antisépticos. En la gangrena húmeda debe tratarse el estado general.
gangrena gaseosa: infección del tejido celular subcutáneo y de los músculos producida por varias especies del género Clostridium, aunque generalmente la especie causal es el Clostridium perfringens. La gangrena gaseosa aparece tras un traumatismo, complicado con la contaminación de la herida y por otras causas. La necrosis o muerte celular de las fibras musculares se produce por una exotoxina que elabora el germen Clostridiurn, la lecitinasa. La infección aparece tras unas horas o algunos días del proceso desencadenante. La región afectada se vuelve muy dolorosa y aparece edematosa; sobre la piel de la zona se aprecian vesículas, ampollas o flictenas, se desarrolla una necrosis de forma rápida y en ocasiones se presenta una cierta cantidad de gas. Al mismo tiempo, existe una alteración del estado general con fiebre, hipotensión, taquicardia y, con frecuencia, delirios. En pocas horas puede producirse la muerte. El tratamiento consiste en la escisión de los tejidos situados en las proximidades de la herida, extracción de los cuerpos extraños y limpieza. Además, se deben administrar antibióticos y puede ser de gran utilidad la utilización, cuando se disponga, de una cámara hiperbárica para realizar un tratamiento de oxigenación.
- gangrena pulmonar: trastorno caracterizado por la necrosis masiva y putrefacta del parénquima pulmonar.
