m. Término que se aplica a varios trastornos en los que se presenta una facies deforme que puede recordar a las gárgolas de las catedrales góticas. Dentro de la denominación de gargolismo, se incluye enfermedades como la de Hurler o la de Hunter que tienen lugar como consecuencia de una alteración en el catabolismo de los mucopolisacáridos, que conduce a la acumulación de estas sustancias en los tejidos y a su eliminación por la orina. La clínica que presenta este grupo de trastornos es: nanismo, deformidades óseas, rigidez articular, hernia abdominal, sordera, retraso mental, afectación cardíaca, cataratas y aumento del tamaño del bazo y del hígado.
