f. Aumento exagerado de la secreción de jugo gástrico. (Sin. GASTROSUCORREA.)
gastroscopla
f. Exploración que consiste en visualizar la mucosa del estómago por medio de un instrumento. Al principio las gastroscopias se realizaron con un instrumento rígido; más adelante, en la década de 1950, se introdujeron los aparatos con fibras ópticas flexibles. El gastroscopio, también llamado endoscopio, consta de un sistema de lentes y de fibras de vidrio que transmiten la luz desde una fuente generadora y permiten de este modo ver las imágenes que existen en el extremo más alejado del observador, y puede ser de visión axial, lateral u oblicua dependiendo del ángulo que forme el campo de visión con el eje del instrumento. Este instrumento lleva consigo un conducto anexo que permite el paso de diversos instrumentos como son las pinzas de biopsia, los fórceps para extraer cuerpos extraños, tubos para realizar enjuagues, escobillones, etc. Asimismo, se pueden conectar cámaras fotográficas, sistemas de televisión, etc., con el fin de obtener imágenes permanentes o bien finalidad didáctica. En esta exploración el tubo se introduce por vía oral, lo que en casos particulares requiere de la práctica de una anestesia tópica para disminuir el dolor y las náuseas. Las indicaciones de las gastroscopias incluyen el estudio de las úlceras gástricas para observar su aspecto y tomar biopsias con el fin de excluir su malignización; las hemorragias digestivas altas; las neoplasias para valorar su extensión y la posibilidad de realizar cirugía; la extracción de cuerpos extraños, etc. Esta técnica no está exenta de complicaciones que, entre otras, son la perforación y las infecciones. (V. ENDOSCOPIA.)
