f. Inflamación del glomérulo renal. La glomerulonefritis suele deberse al depósito de inmunocomplejos* o a la existencia de anticuerpos contra las estructuras glomerulares. Según su evolución las glomerulonefritis se clasifican en agudas o crónicas. Las glomerulonefritis crónicas suelen evolucionar a la insuficiencia renal y aiectar a todos los glomérulos (g/omerulonefritis difusas), o bien sólo a algunos glomérulos (g/omerulonefritis focales); en ocasiones, todas las estructuras del glomérulo se alteran (g/omerulonefritis proliferativas) aunque muchas veces afecta únicamente a la membrana basal (g/omerulonefritis no proliferativas). La clínica de la glomerulonefritis suele ser la presencia de sangre y proteínas en la orina (hematuria y proteniuria, respectivamente) y edemas. La tensión arterial puede elevarse y en ocasiones se produce una clínica de insuficiencia renal aguda o bien evoluciona a insuficiencia renal crónica.