f. Enfermedad inflamatoria (artritis') de la articulación de la rodilla. Las causas de gonartritis pueden ser variadas: postraumáticas, disfuncionales (como luxación recidivante de rótula), neuropatías (artropatía neurógena de Charcot, secundaria a neurosífilis), gota, condrocalcinosis, hemofilia, infecciones, etc. La causa más frecuente, con mucho, son los traumatismos, especialmente en gente joven y que practica deportes. Las infecciones pueden alcanzar la articulación de la rodilla por tres vías: por la sangre, en el curso de una bacteriemia; por contigüidad, a partir de un foco de infección con producción de pus del fémur, tibia o peroné (osteomielitis femoral, tibial o peroneal), o por inoculación directa a partir de una herida cutánea. La artritis infecciosa aguda se muestra como un proceso doloroso en la articulación afectada, con fiebre y malestar, deambulación dificultada por el dolor en la rodilla, la cual se muestra tumefacta, sensible y caliente. El tratamiento de la gonartritis aguda consiste en la puesta en reposo de la rodilla, con una férula por ejemplo, tratamiento antibiótico adecuado -en caso de infecciones bacterianas-, antiinflamatorios y, a veces, aspiración del derrame articular, especialmente en los casos en que exista peligro de secuelas limitantes del movimiento de la articulación. Un caso particularmente importante de gonartritis es la tuberculosa, debido a la frecuencia con que conduce a la anquilosis (rigidez articular).
