f. Fenómeno por el cual los efectos que produce una droga, como, por ejemplo, un fármaco, el alcohol, etc, son cada vez menores administrando la misma dosis.
La habituación puede deberse a modificaciones de la farmacocinética de la sustancia, de modo que ésta no llegue a su lugar específico de acción con la misma facilidad o a la misma concentración que antes; o bien por un cambio farmacodinámico en que el receptor donde suele actuar el tóxico es menos sensible a las mismas concentraciones de la sustancia. Cualquier sustancia que altere el estado de ánimo o la conducta es capaz de producir dependencia si se toma de forma continua. La dependencia puede ser psíquica o física. La dependencia psíquica es el impulso que mueve a tomar de forma periódica una sustancia en busca del efecto placentero o bien como alivio del malestar. La dependencia física se caracteriza por aparecer una serie de síntomas cuando se suspende la administración del fármaco; estos síntomas en conjunto constituyen el síndrome de abstinencia,caracterizado por la apancron de una serie de síntomas psíquicos y físicos que pueden ser graves y poner en peligro la vida del individuo (fundamentalmente en el caso de los barbitúricos). Entre todas las sustancias que generan adicción sólo algunas de ellas producen habituación.