f. Acumulación patológica de hemosiderina en los tejidos, en particular en el tejido hepático. La hemosiderosis puede ser localizada o generalizada. La hemosiderosis localizada se debe a una hemorragia; la hemoglobina fagocitada por las células reticuloendoteliales se transforma en hemosiderina, que se acumula en los tejidos de la zona afectada. La hemosiderosis generalizada se presenta en todos aquellos procesos patológicos que conilevan una intensa destrucción de glóbulos rojos (anemia perniciosa, paludismo, etc.); también puede ser consecuencia de una ex cesiva administración de hierro con fines terapéuticos.