m. Nombre genérico de los compuestos orgánicos formados exclusivamente por carbono e hidrógeno. 
Tanques de almacenamiento de gasolina, producto que se obtiene a partir de 105 hidrocarburos naturales.
Los hidrocarburos constituyen el esqueleto fundamental de la química orgánica, ya que, por sustitución de sus átomos de hidrógeno por átomos o grupos de otros elementos, se pueden obtener casi todos los compuestos orgánicos conocidos. Según su estructura, los hidrocarburos y sus derivados se dividen en tres grupos: hidrocarburos alifáticos, formados por cadenas abiertas de átomos de carbono, con enlaces simples, dobles y triples; hidrocarburos alícíclicos o cicloparafinas, donde los extremos de cada cadena se unen para formar anillos, e hidrocarburos aromáticos, cuando en el proceso de ciclación se forman sistemas de uno o varios anillos de seis átomos de carbono, en los que existen tres dobles enlaces alternados. Cabe también destacar la marcada tendencia del átomo de carbono a formar cadenas con atomos del mismo elemento, que pueden ser con cuatro enlaces en los hidrocarburos saturados y con tres o con dos en los hidrocarburos insaturados. En la actualidad, existe un gran número de intoxicaciones industriales que se deben al manejo de hidrocarburos. Estas intoxicaciones, denominadas bajo el nombre genérico de hidrocarburismo, son debidas casi siempre a la inhalación de gases hidrocarburados o de vapores desprendidos por las esencias de origen mineral (bencina, petróleo), por la serie de aldehídos y cetonas aromáticas, por la trementina y las esencias de origen vegetal, y por los carburos nitrogenados aromáticos, como la anilina. Los síntomas comunes de estas intoxicaciones son: trastornos digestivos (náuseas, gastritis; en muchos casos, ictericia por hepatosis degenerativa); trastornos nerviosos (dolor de cabeza, vértigos, excitación, a veces polineuritis), y trastornos anémicos, en algunos casos con granulocitosis. Entre otros muchos, son de interés toxicológico los hidrocarburos aromáticos: benzol y derivados nitroides (dinitrobenzol), trinitrotolueno, trinitrofenol (ácido pícrico), dinitrofenol, etc. y, entre los de la serie grasa, el cloruro de metilo, triclorometano (cloroformo), tetracloroetano y tricloroetileno. No existen antídotos; en caso de ingestión, la terapéutica consiste en el lavado gástrico.
