f. Estado patológico resultante de un régimen alimenticio especialmente rico, caracterizado por una profunda alteración del metabolismo, con predominio de la fase anabólica, aumento de peso y acumulación de grasas en el tejido adiposo. Estadísticamente, se ha podido comprobar que la hipernutrición tiene consecuencias negativas directas sobre la morbilidad (número de personas que enferman en la población), la mortalidad y la vida media. Así, a partir de una cierta edad cercana a los cuarenta años,
la mortalidad y la morbilidad se inclinan hacia los sujetos de peso elevado debido a una hipernutrición, sobre todo por una dieta especialmente rica en grasas y proteínas. Los signos más frecuentes de hipernutrición son: hiperglucemia e hiperglucosuria (aumento de la glucosa presente en la sangre y en la orina respectivamente), hipertensión, aterosclerosis, hipercolesterolemia (aumento de la tasa de colesterol en la sangre), etc. Entre los trastornos producidos por una hipernutrición destacan los característicos de las enfermedades del metabolismo: gota, calculosis, etc.