Otra pésima interpretación de lo que es un sinónimo, esta vez para ser un muerto de hambre. Pero debo reconocer que aún con su falta de ortografía (debió ser «no tener en qué caerse muerto») me gusta más como frase que las otras versiones ya definidas como «no tener alguien donde caerse muerto» o incluso «no tener alguien sobre qué caerse muerto».
"Me siento totalmente identificado con esta frase."