Muy buen día sabatino para todos. El distinguido señor Efrain Osorio López, columnista de asuntos idiomáticos y gramaticales, me suministró las cabales expresiones a manera de explicación sobre la palabra huérfano que se debe aplicar también a los padres que han perdido a sus hijos... No existe la menor duda que este tema sobre la expresión " huérfano " ha llamado siempre la atención en cuanto a su aplicación o uso; casualmente Jaime Rivera Cosme, un inquieto miembro de la cofradía de la Internet, volvió a colocar el tema sobre el tapete de la información para una entretenida y muy respetuosa polémica y discusión. Y finalmente fue el experto Efrain Osorio López quien con un concreto y explicado comentario, producto de su sapiencia, nos explicó todos los alcances de la controvertida, polémica y muy estudiada expresión o palabra " huérfano "... Por favor, leer enseguida el comentario. Huérfano De los apuntes de Efrain Osorio López. Orbona era ¿la diosa bajo cuya protección estaban los huérfanos; y a quien los padres invocaban para la conservación de sus hijos¿ (Agustín Blánquez Fraile). Juan Carlos Díaz M., corresponsal de El Tiempo, escribió para su periódico la nota titulada ¿Décadas tras una palabra que no existe en español¿ (23/4/2009). Dice el autor que el señor Rafael Vergara, octogenario del departamento de Bolívar, se hace la siguiente pregunta: ¿Si la vaca queda horra cuando se le muere el hijo, si el niño queda huérfano si se le mueren los padres, la mujer es viuda si fallece su esposo, o viceversa, ¿cómo queda una mujer o un hombre si deja de existir un hijo?¿ Y añade el infatigable inquisidor: ¿He hablado con profesores de literatura, lingüística, español, miembros de la Real Academia, y nadie se ha acercado a una respuesta valedera¿. Su persistencia lo llevó hasta Juan Gossaín, quien dijo que ¿se devanó los sesos tratando de encontrar el secreto, pero que se rindió a las cuatro semanas de husmear en su voluminosa memoria y en su robusta biblioteca¿. ¿No será al revés? Todo esto picó mi curiosidad. Acudí, entonces, a mi muy flaca memoria y a mi escasísima biblioteca. Aquélla nada sugirió, pero ésta me sopló lo siguiente: Los latinos usaban el verbo orbare con el significado de ¿privar a alguien de sus hijos¿, y de muchas otras cosas. Ese verbo, enseñan los que sí saben, viene del adjetivo orbus-a-um (¿privado de algún miembro de la familia¿), razón por la cual al hombre que perdía un hijo o estaba privado de ellos le decían orbus homo; a la mujer, orba mulier. De ¿orbus senex¿ calificaba Cicerón a un ¿anciano sin hijos¿. De ahí también el nombre de la diosa mencionada al principio. El diccionario de la Academia asienta la palabra orbedad (del latín órbitas-atis, privación), de la cual dice que es un sinónimo anticuado de orfandad; pero no acoge el adjetivo orbo ¿ a, que seguramente no pegó en el pueblo cuando del latín estaba brotando nuestro orgullo, el castellano. Sin embargo, ésa puede ser la palabra que el curioso costeño ha buscado sin éxito durante toda su vida. O huérfano-a, del que afirma la Academia: ¿2. Poét. Dicho de una persona: A quien se le han muerto los hijos¿. Porque, desde los puntos de vista etimológico y semántico, todas esas palabras (orbedad, orfandad, orbo-a, huérfano-a), me parece, proceden del mismo vocablo griego, orphanós, que quiere decir ¿Huérfano, despojado; privado de sus hijos¿. ¿Lo ve, don Rafael?. -- El silencio es también una respuesta [email protected]
