Neologismo gallego acuñado por un equipo de investigadores de la universidad de A Coruña el año pasado para designar un compuesto sólido con una parte orgánica y otra inorgánica de estructura perovskita orientado en principio a la energía solar y que finalmente es aplicable a la refrigeración. Este descubrimiento puede que sea un cambio definitivo en los sistemas de refrigeración.
"Los componentes de la perovskiña son económicos, ninguno es tóxico y tampoco dañan la capa de ozono"