Expresión vulgarota muy utilizada por nuestros jóvenes y no tan jóvenes como comodín indicativo de la excelencia, calidad o intensidad de alguien o de algo. Suele aplicarse a realidades que suscitan sensaciones intensas generalmente agradables. Hace un frío que te cagas en vez de hace mucho frío.
"La paella está que te cagas, en vez de, la paella está sabrosísima"