La demonización o satanización es la técnica retórica e ideológica de desinformación o alteración de hechos y descripciones (próxima a la inversa sacralización, o al victimismo) que consiste en presentar a entidades políticas, étnicas, culturales o religiosas, etc, como fundamentalmente malas y nocivas, como forma de vindicarse positivamente respecto a esas entidades o justificar un trato político, militar o social diferenciado, o también para atribuir de incorrecto lo que esta en contra de lo que se cree o apoya.
Verbo intransitivo. 1. Alterar hechos o descripciones o desinformar acerca de personas físicas o morales: entes políticos, religiosos o culturales a los cuales se atribuyen cualidades esencialmente funestas, para propiciar detrimento de su fama pública. 2. Con referencia a escritores y artistas, incitar -en obras propias- a rebelión y a desafío a la divinidad, así como exaltación al mal en sus modalidades más crueles. El verbo proviene del sustantivo hebreo «satan»: adversario, enemigo. Sinónimos: alabar, condenar, demonizar, denigrar, desacreditar, desprestigiar, difamar, estigmatizar, vilipendiar. Antónimos: divinizar, enaltecer, encomiar, glorificar, sacralizar, santificar, venerar.