Aunque parece un latinismo, (crepida -ae, sandalia), es un anglicismo, pues el término fue creado en el primer cuarto del siglo XIX por el escritor humanista inglés William Hazlitt que comentaba esta expresión de Plinio el Viejo que se atribuía al pintor griego del siglo IV a. de C. Apeles de Colofón: Ne supra crepidam sutor iudicaret: Que el zapatero no opine por encima de las sandalias, (zapatero, a tus zapatos). Así le dijo Apeles a un zapatero que empezó criticando las sandalias de un cuadro y siguió con más detalles. El término designa a los individuos que opinan con aparente autoridad de todo y no tienen conocimiento de nada.
"En estos tiempos nuestros de epidemia hay mucho ultracrepidiano suelto"