El refrán completo dice: Vale más un porsiacaso que cien penseques o que cien creíques; lo que obviamente nos trasmite que es mejor prevenir que lamentar o ser precavido que tener que remediar. La segunda parte del refrán admite muchas variantes, como que un quién pensara, que un quién lo iba a decir, que un quién lo hubiera sabido, que un ¡Válgame Dios!
"El por si acaso nos ayuda a prevenir cualquier contingencia."