Vivan las cadenas con toque sevillano pues fue en Sevilla donde se inició este grito carca y reaccionario de los partidarios del absolutismo en 1828 después del trienio liberal, también secundado por parte del pueblo o populacho pues siempre han existido tontos manipulables y los sigue habiendo. Los liberales (¡cómo cambian las palabras!) exiliados en Londres le dieron entonces sarcásticamente forma de seguidilla.
"Vivan las cadenas,/ viva la opresión:/ Viva el rey Fernando, muera la nación."