Del latín saburra, lastre de las naves para estabilizarlas. Piedra menuda de las graveras o triturada y compactada para la construcción de carreteras y caminos como también hacían los romanos en la sedimentación de las calzadas y en el relleno del interior de las murallas y fortificaciones.
"En los estudios arqueológicos de las vías romanas es perfectamente observable el estrato de las zahorras"