acomodación f. Función por la cual el ojo humano adapta su foco para obtener con la máxima claridad la imagen retiniana de un objeto situado a diversas distancias. El mecanismo de la acomodación es posible gracias a la acción del músculo ciliar, que hace que el cristalino pueda reducir su radio de curvatura y, de este modo, aumentar su poder dióptrico. La capacidad de contracción del cristalino es máxima en el niño; con el aumento de la edad, el poder de acomodación se reduce hasta llegar a cero. Hay tres tipos de alteraciones de la acomodación: pres-biopía, en la que, con la edad, se ve reducida la plasticidad del cristalino y, por tanto, su amplitud de acomodación (el sujeto ve bien los objetos lejanos y desenfocados los que están cerca); astenopía acomodativa, o fatiga debida al esfuerzo de acomodación que se presenta en las personas que sufren hipermetropía o astigmatismo, sobre todo durante la lectura (la terapia consiste en una exacta prescripción de lentes); espasmo de la acomodación, o estado de contracción permanente de la musculatura ciliar que determina un aumento de la refracción, de modo que el sujeto sólo puede enfocar los objetos situados a una distancia muy limitada (también en este caso el tratamiento consiste en una prescripción exacta de lentes).
