bazo 245 bazo m. Órgano único, de forma ovoidal, consistencia blanda, color rojizo y superficie lisa, que se halla situado en la zona superior de la cavidad abdominal en la parte posterior del hipocondrio izquierdo. f El bazo se relaciona con el diafragma por arriba (cara diafragmática, convexa), el estómago por delante (cara gástrica), el riñón izquierdo por detrás (cara renal) y el ángulo esplénico del colon y cola del páncreas en su polo inferior carilla pancreática). En la cara opuesta a la cara externa del bazo se encuentra el hilio, por donde entran los vasos que lo nutren y los nervios. Sus dimensiones son: 13 cm de largo, 8 cm de ancho y 3 cm de grosor, siendo su peso en condiciones normales variable entre los 180 y 200 g. Los extremos del ovoide se denominan polo superior o vértice y polo inferior. La dirección del eje mayor es caudal, de dentro hacia afuera y de atrás hacia delante, superponible en parte a la dirección del segmento posterior de las costillas. Se halla rodeado por el peritoneo (membrana que cubre las paredes abdominales y parte inferior del diafragma), quedando sólo descubierto a nivel del hilio. Histológicamente el bazo se compone de una cápsula de tejido conjuntivo (cubierta por el peritoneo) y una serie de trabéculas (tabiques) que se dirigen desde el hilio y la cápsula hacia el espesor del mismo. Entre este sistema tra-becular se encuentra la pulpa es-plénica, que es de dos tipos: la pulpa blanca, que forma islotes de 1 mm aproximadamente de diámetro, de coloración grisáceoamari-llenta y consistencia firme, que se halla rodeada por la pulpa roja, más blanda y que rellena el resto del volumen del bazo. Macroscópicamente la pulpa blanca la componen los vasos arteriolares de pequeño tamaño, que, tras abandonar las trabéculas (a través de las cuales llegan al espesor del bazo), se rodean de unas estructuras en malla formadas por fibras reticulares entre las que se disponen acú-mulos de linfocitos. El pequeño vaso que centra a estas estructuras se denomina arteria folicular, la cual, tras abandonar la pulpa blanca, se introduce en la pulpa roja, dividiéndose en varias ramas rectas de diferentes direcciones, que dan lugar posteriormente a capilares que se distribuirán por toda la pulpa roja. En el interior de la pulpa roja quedan unos espacios denominados sinusoides, que encierran entre sí los cordones de la pulpa. Entre la pulpa blanca y la roja se halla una zona de transición mal delimitada denominada zona marginal. Las funciones del bazo son múltiples, destacando la formación de elementos de la sangre (hematopoyesis) durante la vida del feto (función que se pierde hacia el sexto mes del embarazo) y la actuación como órgano del sistema de defensa del organismo (función principal), interviniendo también en el metabolismo de determinados pigmentos y grasas. Pese a todas estas funciones, durante la edad adulta no es imprescindible para la vida. Las enfermedades a las que el bazo está sometido pueden deberse a trastornos en su desarrollo (asplenia o falta de bazo, hipoplasia o desarrollo insuficiente, bazos accesorios o supernumerarios), inflamación en el curso de procesos infecciosos o no, congestión (por aumento del volumen de sangre contenido en el bazo), o destrucción por procesos infecciosos o cancerosos (leucemia) o por depósito de sustancias (lipoidosis). El aumento del volumen del bazo que acompaña a la mayoría de sus trastornos se denomina espleno-megalia. Una forma especial de patología del bazo es su rotura, que en general se debe a traumatismos y que suele requerir su extirpación (esplenectomía) ya que puede llevar a la muerte por hemorragia masiva. Mención aparte merecen los tumores del bazo, que pueden ser benignos o malignos;
