carbono
El ciclo del carbono se desarrolla entre el suelo, el agua, el aire y los organismos animales. El metabolismo oxidativo produce anhídrida carbónico.
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¿ carbono, monóxido de: gas incoloro, inodoro y altamente tóxico, de fórmula CO, que se forma en las combustiones en atmósfera pobre en oxígeno. (Ataca a la hemoglobina de la sangre formando la carboxihemoglobina. A su toxicidad se deben graves accidentes causados por braseros y estufas mal encendidos.)
¿ carbono, tetracloruro de: líquido oleoso, de fórmula CCI4, excelente disolvente orgánico, usado como anestésico y como antihelmíntico; es tóxico.
La toxicidad del tetracloruro de carbono se debe a la acción depresora que ejerce sobre el sistema nervioso central, causando dolor de cabeza, disminución progresiva de la actividad nerviosa, insuficiencia respiratoria o colapso circulatorio. Los trastornos que produce en el aparato digestivo se manifiestan por vómitos, dolores y diarreas, llegando a producir una necrosis de las células hepáticas y renales. La terapéutica consiste en lavados gástricos y la administración de un purgante, carbono
suelo, donde, por acción de una gran cantidad de bacterias y hongos y a través de una compleja serie de descomposiciones anaerobias (sin oxígeno presente) y aerobias (en presencia de oxígeno), se forma anhídrido carbónico; una parte de éste pasa a la atmósfera y otra permanece en el suelo en forma de carbonatos y bicarbonatos. En condiciones especiales, los restos vegetales pueden perder los demás elementos conservando el carbono, con lo que se originan los carbones fósiles. Los vegetales se encargan de restablecer el equilibrio, absorbiendo los carbonatos del suelo a través de las raíces y descomponiendo el anhídrido carbónico del aire durante la fotosíntesis, con lo que se evita el progresivo enriquecimiento del aire en anhídrido carbónico y del suelo en carbonatos que comportaría la vida animal.
¿ carbono radiactivo: isótopo* radiactivo del carbono. De los isótopos radiactivos del carbono el más conocido es el carbono 14, de número de masa 14, que se produce regularmente en la atmósfera bajo la influencia de las radiaciones solares. El carbono 14 se emplea a menudo para establecer las líneas generales de una ruta metabólica, marcando un átomo de carbono específico en una molécula orgánica. Esta molécula marcada con C'4 no se distingue químicamente de una molécula normal sin marcar, pero puede detectarse y medirse por su radiactividad. Este método también se emplea para determinar la velocidad de los procesos metabólicos en los organismos intactos; gracias a él se ha podido descubrir el recambio metabólico constante que experimentan los componentes macromoleculares de las células y de los tejidos.