coito m. Acto de acoplamiento de los aparatos genitales del macho y la hembra mamíferos; también se conoce por cópula o copulación. El coito es indispensable para la fecundación natural, y supone el objetivo último de los elementos sexuales. El pene del varón adquiere consistencia, gracias a la ingurgitación sanguínea provocada por estímulos sexuales de carácter psíquico, para poder introducirse en el cilindro vaginal. Asimismo, en preparación del coito, la vagina de la hembra queda lubrificada por la secreción de sustancias desencadenada por estímulos psíquicos y físicos. La penetración, en estas condiciones, se producirá con disposición máxima a producir el placer que favorezca llegar hasta el final de la misma, que culmina con la expulsión del semen por el pene en el interior de la vagina femenina. Los espermatozoides*, liberados en elevadísimo número en cada eyaculación, avanzarán por el útero para ir a localizar el óvulo, que se encuentra, si la mujer se halla en los días periovulación, a nivel de una trompa de Falopio. Allí se producirá la fecundación. El coito suele acabar en un punto de máxima excitación y placer sexual conocido como «orgasmo». Alcanzado éste, el varón entra en una fase de intensa relajación en la cual le resulta imposible excitarse hasta pasado cierto tiempo. En cambio, la mujer no sufre este período refractario y puede seguir excitándose. Durante el coito aumenta la frecuencia cardíaca y la tensión arterial y se produce una vasodilata-ción cutánea y de órganos sexuales: vagina, pene, m^mas, etc. El coito puede estar dificultado por alteraciones anatómicas o por trastornos fisiológicos, que comporten falta de erección del miembro masculino o de permisión de la penetración por parte de la cavidad vaginal.
