diabetes
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Síntomas más importantes de la diabetes sacarina o mellitus,
enfermedad metabólica crónica.
causan prurito genital, pérdida de fuerza o dificultad en la curación de las heridas o infecciones. La diabetes benigna, que corresponde generalmente a obesos, con frecuencia carece de sintomatología clínica y sólo se manifiesta tardíamente por alguna de las complicaciones degenerativas de la enfermedad. En principio, todo diabético puede clasificarse en una los tres grupos siguientes: diabetes in-sulinodependiente, insulinoinde-pendiente y sintomática. La primera forma se debe a un hipoinsu-linismo absoluto y corresponde a las diabetes infantil, juvenil e inestable del adulto, y a la también llamada «diabetes magra». Si el tratamiento no se lleva a cabo correctamente, se desarrolla una cetosis (aumento de la concentración de cetona o acetona). La diabetes in-sulinoindependiente es la diabetes estable del adulto, que aparece generalmente después de los 40 años; también se conoce por diabetes grasa o diabetes florida. Salvo complicaciones agudas, no ocasiona cetosis ni requiere la administración de insulina. La disminución de la tolerancia hidrocar-bonada frecuentemente se asocia a la acromegalia, a la enfermedad de Cushing, al feocromocitoma y a formas muy severas de hipertiroi-dismo. Estas diabetes, llamadas sintomáticas, suelen ser de tipo in-sulinoindependiente, pero su tratamiento básico es el de la enfermedad causal. El tratamiento dietético que se prescribe a un diabético varía según sea la gravedad y tipo de su afección. El enfermo con obesidad y diabetes benigna, sólo precisa de un régimen cualitativo, encaminado a lograr la reducción de su peso corporal y evitar la posible agravación de su enfermedad. Salvo en estos casos, los diabéticos deben tratarse con un régimen cuantitativo, calculado según sus necesidades y la gravedad de su afección. El régimen cualitativo, indicado solamente en las diabetes ligeras del adulto, no se atiene a la cantidad de alimentos ni a su estricta composición, sino únicamente a su calidad (y sin demasiadas preocupaciones); se empieza por suprimir totalmente el azúcar, los pasteles, etc. La dieta cuantitativa, indispensable en la diabetes infantil y juvenil y en los adultos con diabetes moderada o grave, representa conocer la composición de los principales alimentos, prescribir un número determinado de calorías y fijar las cantidades de hidratos de carbono, proteínas y grasas que debe contener. La terapéutica insulínica se realiza con insulina ordinaria, que actúa durante pocas horas y con insulinas de depósito. No puede prescindirse de la insulina en la diabetes infantil o juvenil y en el diabético con delgadez o acidosis, pues en estos casos graves la dieta, así como los hipoglucemiantes de síntesis, no son suficientes para evitar el empeoramiento del enfermo. La insulina debe dosificarse individualmente en cada enfermo, pasando por una fase inicial de compensación de la diabetes y conocimiento de sus requerimientos insulínicos, para pasar a la fase permanente, con una sola inyección de insulina retardada. Últimamente existen numerosos preparados antidiabéticos para el tratamiento por vía oral, como la tolbutamida, clor-propamida, acetohexamida, glico-diacina, fenformina, etc., que en muchos casos permiten sustituir el tratamiento insulínico.
¿ diabetes insípida nefrógena:
enfermedad hereditaria que evoluciona como una diabetes insípida precoz.
Su gravedad obedece a los accidentes de deshidratación* aguda y a los trastornos del crecimiento que produce. Sus causas se encuentran en la falta de reabsorción del agua por los tubos contorneados de los riñones, insensibles a la hormona antidiurética hipofisaria.
¿ diabetes renal: afección caracterizada por una glucosuria (presencia de glucosa en la orina) permanente coexistente con una glucemia (presencia de glucosa en la sangre) normal.
Es una anomalía hereditaria, transmitida según el tipo dominante, que obedece a una anomalía de la porción proximal del tubo renal que no reabsorbe la glucosa. Si además de la glucosa tampoco reabsorbe los fosfatos, entonces se habla de diabetes renal fosfoglucí-dica.
¿ diabetes sacarina o mellitus:
afección caracterizada por una presencia persistente de glucosa en la orina, acompañada de un aumento anormal de la cantidad de glucosa presente en la sangre, asociada a los síntomas ordinarios de la diabetes.
Esta forma de diabetes, la más común, aparece como consecuencia de trastornos graves en el metabolismo de la insulina, de los hidratos* de carbono, de las proteínas y de las grasas. Es una enfermedad crónica que puede resultar en una disminución de la producción de insulina, en la actuación de factores que antagonizan sus efectos (agentes contrainsulares), en un aumento de la destrucción de ésta por efecto de la insulinasa o en la presencia de sinalbúmina en el plasma. Pero todos estos tipos de diabetes tienen en común la existencia de un estado de hipoinsuli-nismo absoluto o relativo. Consecutivamente a esto, la glucosa no se aprovecha completamente y aparece hiperglucemia y glucosuria. La excreción del azúcar obliga a un aumento de la eliminación de agua que da lugar a poliuria (aumento de la secreción de orina), con la consiguiente polidipsia (aumento de la sed). En la diabetes grave, el organismo, ante la imposibilidad de obtener energía de los hidratos de carbono, recurre a la oxidación de las proteínas, lo que ocasiona un balance nitrogenado negativo que aumenta el adelgazamiento y reduce la masa del tejido muscular. Las grasas, en un intento de compensación energética, también se oxidan en mayor cantidad y a un ritmo más rápido que en condiciones normales, dando lugar a un aumento de la producción de cuerpos cetónicos; cuando la cuantía de los mismos sobrepasa la capacidad orgánica de destrucción, se acumulan en el organismo, se eliminan parcialmente y conducen a un estado de acidosis cuya intensidad máxima corresponde al coma diabético. La diabetes grave puede manifestarse, pues, por los síntomas clásicos de polidipsia, polifagia, astenia, adelgazamiento; las formas incipientes o poco intensas a menudo sólo
diabetes
¿ diabetes bronceada: afección caracterizada por una coloración oscura debida al depósito de cantidades anormales de melanina (me-lanodermia generalizada), degeneración hipertrófica del hígado (cirrosis) con aumento del hierro contenido en los tejidos y sangre (siderosis) y diabetes grave con acidosis.
La diabetes bronceada se da principalmente en hombres adultos, y se debe a un trastorno metabólico que determina el depósito en las visceras de un pigmento rico en hierro (hemosiderina). Sin embargo, la pigmentación de la piel en esta enfermedad no se debe a este pigmento férrico, sino a la melanina, perturbada por alteraciones suprarrenales y hepáticas debidas al depósito en las células de estas visceras del pigmento férrico.
¿ diabetes insípida: afección caracterizada por un exceso de sed (polidipsia) y abundante secreción de orina (poliuria), sin modificación de ésta, aparte de su escasa densidad.
Este trastorno del metabolismo del agua obedece a una carencia de hormona antidiurética (v. vasopre-Sina) que aparece como consecuencia de una alteración de la región del diencéfalo y de la hipófisis (infección, traumatismo, etc.). El tratamiento consiste en la administración de adiuretina.
diabetes f. Término genérico para designar varios estados morbosos cuyos caracteres comunes son: aumento del hambre y de la sed, exageración de la cantidad de orina evacuada con modificación de su composición química y caquexia* consuntiva que puede conducir a la muerte. (Generalmente, se emplea el nombre de diabetes sin epíteto para designar la forma más frecuente, es decir, la diabetes sacarina o mellitus.)
¿ diabetes aloxánica: diabetes sacarina provocada experimental-mente en el conejo u otro animal de laboratorio por la inyección de aloxano, derivado del ácido úrico, que destruye electivamente los islotes de Langerhans del páncreas*.
