diálisis
Con una diálisis de duración habitual se extraen del organismo de 80 a 100 g de urea. Las posibles complicaciones de la diálisis son: la infiltración de la pared abdominal por disección del peritoneo y mala colocación del catéter, la hemorragia del punto de entrada, la perforación vesical o de un asa intestinal, la peritonitis, las convulsiones por hipocalcemia al corregirse la acidosis (disminución del contenido alcalino de la sangre), la hipertensión o la deshidratación y el colapso. La mayoría de las insuficiencias renales agudas pueden tratarse con diálisis peritoneal, salvo los casos en que está contraindicada (tabicamientos, intervenciones abdominales recientes, pacientes con catabolismo proteico exagerado, etc.). Para los casos de insuficiencia renal crónica, se utiliza más el procedimiento del riñón artificial; no obstante, se ha ideado una especie de «botón peritoneal» de plástico que soslaya la necesidad de practicar paracentesis (punciones quirúrgicas) repetidas.
diálisis
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En la diálisis, la urea acumulada en la sangre pasa a través de la membrana al líquido de diálisis.
ción apropiada introducida en la cavidad peritoneal. Cada litro de solución comercial de diálisis contiene: 5,7 g de cloruro sódico; 4 g de lactato sódico; 0,2 g de cloruro cálcico; 0,05 g de cloruro magnésico, y 15 g de glucosa. Se suele añadir 25 mg de ampicilina o tetraci-clina a cada litro de solución para prevenir la infección. La técnica más comúnmente empleada es la intermitente de Grollman y Maxwell. El enfermo vacía su vejiga y, en un punto de la línea media que va del ombligo al pubis, se anestesia la piel abdominal y se hace una pequeña incisión por la que se introduce un trocar* de paracentesis en dirección al promontorio, atravesando aponeurosis y peritoneo. Se retira el fiador del trocar y se introduce por él un catéter de polivi-nilo, que se dirige por el canal
Los centros de diálisis permiten el tratamiento de enfermos con insuficiencia renal durante largos períodos de tiempo.
lumbar izquierdo, hacia el fondo de saco de Douglas, hasta una penetración de 15 a 20 cm. Se retira el trocar deslizándolo sobre el catéter y conectando este último mediante un tubo en Y con dos frascos de solución de diálisis, calentados a 37 °C y colocados a una altura sobre el enfermo de 1 a 1,5 m. Se fija el catéter a la piel con esparadrapo y se cubre la entrada con un apósito estéril. Una vez introducidos en la cavidad perito-neal 2 I de solución, se dejan en su interior durante 30 minutos y a continuación se vacían por el procedimiento del sifón, recogiendo el líquido en un frasco graduado debajo de la cama del enfermo. Normalmente, una diálisis dura de 36 a 48 horas, empleando de 70 a 100 litros de solución; al final, se retira el catéter, se cierra el orificio con un punto de catgut, se limpia con un antiséptico y se recubre con un apósito estéril. El proceso debe ser controlado rigurosamente (balance de líquido, tensión arterial, pulso, temperatura, etc.).
diálisis f. Método de separación de las sustancias disueltas, que consiste en hacerlas pasar a través de una membrana especial.
¿ diálisis intestinal: procedimiento de depuración extrarrenal que permite extraer los desechos tóxicos acumulados en la sangre y el agua en exceso por difusión a través de la mucosa intestinal. (El intestino es irrigado durante varias horas por un líquido ligeramente hipertónico introducido por una sonda duodenal y evacuado por una sonda rectal, y en el cual difunde la urea.) [Sin. perfusión intestinal.]
¿ diálisis peritoneal: procedimiento de depuración extrarrenal que permite extraer los desechos tóxicos acumulados en la sangre y el agua en exceso por difusión a través del peritoneo.
La finalidad fundamental que se persigue con el procedimiento de diálisis peritoneal (así como también con el «riñón artificial») es la de separar de la sangre algunas sustancias que tienen pequeñas dimensiones moleculares (principalmente la urea) que se acumulan en ella en cantidades excesivas cuando el riñón, que normalmente realiza esta tarea, no puede desarrollarla (insuficiencia renal). Es un procedimiento útil y sencillo, que aprovecha la extraordinaria capacidad de absorción del peritoneo, sus propiedades de membrana semipermeable y su extensa superficie, para establecer a través suyo un intercambio iónico y de otras sustancias cristaloides y difusibles entre la sangre y una solu-
