electricidad f. Propiedad de los cuerpos que se manifiesta a través de diversos fenómenos, como la existencia de fuerzas de atracción y repulsión, la producción de chispas, etc. El cuerpo de los organismos vivos es conductor de electricidad debido a su composición en células y tejido intersticial. La corriente eléctrica en el organismo sigue el camino que recorre la distancia más corta entre los puntos de entrada y salida, y produce lesiones que dependen de las alteraciones electrolíticas inducidas en los tejidos atravesados por dicha corriente. La naturaleza y gravedad de estas lesiones dependen de una serie de factores como son la clase de corriente (continua, alterna), la intensidad de ésta, el camino que sigue dentro del cuerpo, duración del flujo de corriente. La corriente continua produce importantes efectos electrolíticos ya que el organismo se comporta como un conductor. En el punto de entrada se produce una escara circunscrita de tipo caústico porque se acumulan allí aniones* (iones con carga negativa) que ocasionan una coagulación de las albúminas tisulares, y en el punto de salida se produce una necrosis de tipo blando porque en ese punto se concentran los iones con carga positiva o cationes. La corriente continua al pasar por el interior del organismo produce una contracción muscular, y en el caso de que su trayecto discurra por los centros car-diocirculatorio y respiratorio del bulbo puede producirse una parada respiratoria o cardíaca y la muerte. La corriente alterna no produce efectos electrolíticos, pero la energía que genera se transforma en calor.
