endocrino
675
Paralelamente, se encuentran en el cuerpo humano otras agrupaciones celulares que pueden ser consideradas también como glándulas endocrinas importantes; entre ellas destacan los islotes de Langerhans del páncreas, ciertas células hepáticas, vasos y nervios, núcleos nerviosos situados dentro de la sustancia cerebral y otras formaciones, como el cuerpo amarillo del ovario o la placenta de las mujeres embarazadas. Todas estas glándulas o agrupaciones celulares tienen como propiedad fundamental la secreción de hormonas*, que, vertidas en la sangre, actúan a distancia sobre los órganos receptores, tejidos o humores. La estructura de las glándulas endocrinas es mucho más simple que la correspondiente a las glándulas exocrinas, porque no posee conductos. Como sus células secretoras vacían hacia los capilares, estas células tienen que estar dispuestas de manera que todas estén en contacto con capilares; para ello están dispuestas en cordones rectos o irregulares, separados entre sí por capilares, o en pequeños grupos rodeados de capilares. En la mayor parte de casos, el almacenamiento de la secreción es intracelular; pero, en ciertos casos se da un almacenamiento extracelular cuando una acumulación celular forma un fondo común de secreción en su parte central, dando lugar a un folículo. Las glándulas endocrinas están rodeadas de cápsulas de tejido conectivo y, generalmente, proyecciones de éstas se extienden penetrando en la sustancia glandular en forma de trabéculas (pequeños ha
Localización de las glándulas y órganos del sistema endocrino (que vierten sus productos a la sangre).
ces) para proporcionarles sostén interno y permitir la penetración de vasos sanguíneos. Las diferentes hormonas elaboradas por las glándulas endocrinas ejercen muchos efectos distintos; pero, en general, todos tienen una función que podría definirse como la de «despertar una actividad». Basta con cantidades muy pequeñas de una hormona en el torrente vascular para conservar las diversas partes del cuerpo en actividad normal. Aunque las glándulas endocrinas no están provistas de fibras nerviosas que regulen sus actividades, la función de algunas está afectada por el sistema nervioso, ya que diversas células nerviosas producen hormonas que pasan a la circulación. Un mecanismo muy importante para regular la actividad secretora de las células glandulares endocrinas se describe, en general, como la inhibición por retroalimentación (feed-back), que opera de manera que si el producto de una reacción empieza a aumentar más allá de valores normales, el producto aumentado inhibe automáticamente la reacción que lo origina. Después, una vez se ha utilizado el producto y la cantidad existente queda por debajo de los valores normales, ya no hay producto en cantidad suficiente para inhibir la reacción y automáticamente aumenta la producción de dicho producto hasta cifras normales. Los mecanismos de inhibición por retroalimentación a veces son más complicados, e incluyen algún intermediario. Todas las glándulas de secreción interna tienen ciertas correlaciones, de modo que el trastorno de una de ellas influye sobre las demás. Las enfermedades de las glándulas endocrinas son numerosas y casi siempre son causadas por una carencia de secreción, debida a lesiones destructivas de las glándulas, o también por un exceso de secreción, debido a una multiplicación celular o a una exaltación anormal de sus funciones. El mecanismo de las enfermedades endocrinas indica su tratamiento, que consiste en inhibir o excitar la glándula culpable, según se trate de una hiperfuncionalidad o de una insuficiencia de ésta. Actualmente, la producción industrial de hormonas sintéticas permite corregir la mayoría de las carencias de glándulas endocrinas y suprimir muchas de las enfermedades originadas por dichas insuficiencias.
endocrino Dícese de las glándulas y órganos que vierten sus productos en el sistema circulatorio. || Perteneciente o relativo a la endocrinología*.
El sistema endocrino está constituido por cinco glándulas principales: el tiroides, el paratiroides, las glándulas suprarrenales, los genitales (ovarios y testículos) y la hipófisis.
