epilepsia
La epiglotis es una lámina que cierra el orificio superior de la laringe en la deglución.
tán las crisis tonicoclónicas o gran mal. Clínicamente, se pueden apreciar en ellas varias fases, en general comienzan con unas contracciones generalizadas breves, que suelen ser en flexión, lo que da lugar a una caída brusca al suelo seguida de una pérdida de conciencia. En la fase siguiente Se produce una contractura tónica generalizada de la musculatura, primero en flexión y después en extensión; la boca se cierra, por lo que existe el peligro de morderse la lengua. Después de la fase tónica empieza una fase clónica en la que se producen espasmos violentos de todo el cuerpo. Además de este conjunto de manifestaciones motoras existen una serie de manifestaciones vegetativas como son la presencia de taquicardia, aumento de la presión vesical sin producirse micción, apnea (suspensión de la respiración) durante toda la crisis, etc. En las crisis parciales la activación de las neuronas está limitada a un solo hemisferio. Antes de la crisis suele presentarse lo que se conoce por aura*, es decir, un conjunto de manifestaciones motoras, sensitivas, psíquicas, sensoriales (visuales, olfativas), etc., y el «status epilepticus» (serie ininterrumpida de crisis epilépticas) suele durar unas 48 horas, produciéndose 4 o 5 crisis cada hora, tras los que el individuo pasa por un período de coma. Para el tratamiento de la epilepsia se utilizan una serie de fármacos, escogiéndose unos u otros según el tipo de epilepsia. Estos fármacos tienen como finalidad el suprimir las descargas neuro-nales excesivas que producen las crisis.
epilepsia f. Enfermedad neuroló-gica que se caracteriza por la aparición repetida de crisis* epilépticas. La crisis epiléptica se produce por la aparición súbita de una descarga excesiva y paroxística de un número variable de neuronas cerebrales. Es una enfermedad crónica, por lo que una crisis aislada no puede ser catalogada de epilepsia. La descarga neuronal se produce a partir de un foco epileptógeno, que es una zona de la corteza cerebral cuyas neuronas se hallan en un estado de excitabilidad anormal permanente y producen descargas. En este estado de despolarización parcial permanente, cualquier factor que en condiciones normales no es capaz de producir una crisis, como, por ejemplo, una oxidación insuficiente, un aumento de la temperatura corporal, una hipoglucemia, etc., puede desencadenarla. La epilepsia se puede clasificar siguiendo varios criterios; el que actualmente está en vigor toma en consideración el tipo clínico, el trazado electroen-cefalográfico en las crisis y en las in-tercrisis, la etiología (origen) si es que se conoce y también la fecha o edad de aparición de las crisis. Las crisis epilépticas pueden ser generalizadas o parciales. Las crisis generalizadas presentan una sintoma-tología bilateral, con afectación de la conciencia, y pueden ser convulsivas o no convulsivas. Entre las crisis generalizadas no convulsivas se pueden citar las ausencias simples, que se caracterizan por un trastorno inicial de la conciencia. En ellas se distinguen dos tipos: las ausencias típicas o petit mal, que duran unos 5-15 segundos y tienen un comienzo y fin brusco y en las cuales el paciente se halla en un estado en que no realiza ninguna actividad o únicamente manifiesta un parpadeo. Este tipo de crisis aparecen en la infancia y con los años desaparecen, por lo que tienen buen pronóstico si se las trata correctamente. En las ausencias atípicas suele existir alguna alteración neurológi-ca y psíquica así como atrofia cerebral. Entre las crisis convulsivas es-
