estreñimiento m. Reducción de la frecuencia normal de evacuación de las heces. En el estreñimiento, la reducción prolongada del tiempo de evacuación favorece que la consistencia de las heces, cuando se expulsan, sea dura y de escaso volumen. Las causas del estreñimiento son variadas, pero la mayoría de las veces se trata de formas funcionales, sin una base orgánica. El acto de la defecación es un reflejo que está compuesto por un elemento sensitivo (sensación de plenitud de la ampolla rectal), un elemento de aprendizaje (a menudo se convierte en un reflejo condicionado) y un elemento motor (dependiente del peristal-tismo intestinal, el relajamiento de los esfínteres y la prensa abdominal). Un trastorno en cualquiera de estos elementos puede conducir a la situación de estreñimiento. Así, la alimentación pobre en residuos es una primera causa por la falta de repleción (llenura) rectal; los déficits de musculatura, favorecidos por el sedentarismo, son otra importante causa; una tercera causa son los trastornos psíquicos y emotivos que interfieren el reflejo normal. Las causas orgánicas de estreñimiento pueden ser muchas, pero en la práctica son poco frecuentes. Entre ellas se encuentran las obstrucciones intestinales (tumores, adherencias o bridas), las lesiones anales como hemorroides o fisuras, que inducen a evitar la defecación por las molestias que originan, así como las lesiones neurológicas, mucho más raras. Cuando hay una base orgánica, su tratamiento resuelve el estreñimiento. En la mayoría de los trastornos meramente funcionales, el tratamiento se dirigirá a ingerir una dieta rica en residuos (verduras y frutas), reeducar el esfínter adoptando un ritmo diario de defecación a la misma hora (preferentemente tras una comida) y establecer un ritmo de ejercicio físico suficiente. Se rehuirán los laxantes químicos, y se utilizarán únicamente en formas agudas (tras intervenciones quirúrgicas o enfermedades), supositorios laxantes del tipo de la glicerina o bien enemas,
