faringitis f. Inflamación de la faringe. Las faringitis pueden ser de carácter agudo o crónico. La forma aguda constituye, junto a la amigdalitis*, el sustrato anatomopatológico de las anginas*. Se habla de faringitis, y no de angina, cuando la inflamación difusa predomina sobre la inflamación local en las amígdalas. En general, los procesos graves tienden a localizarse; una angina es, casi siempre, más importante que una faringitis. La forma crónica es una afección bastante común que se manifiesta generalmente por una sensación peculiar de sequedad, escozor o dolor de garganta y una necesidad frecuente de expulsar de la faringe mucosidades más o menos viscosas mediante degluciones o tos. La patología distingue fundamentalmente la faringitis crónica seca y la faringitis simple e hiperplá-sica. En la faringitis crónica seca hay sensación de sequedad y molestias en la faringe. En los casos leves la endofaringe (capa interna de la mucosa faríngea) es una superficie lisa, mientras que en los graves hay costras que recubren la faringe y que después se desprenden y muestran una superficie seca y rugosa. Se presentan problemas para la deglución de la saliva pero no para la de los sólidos y líquidos. El tratamiento consiste en la ingestión de gotas de solución de yoduro potásico, toques de glicerina yodurada y administración de mucolíticos (que diluyen las mucosidades) o compuestos azufrados. En la faringitis crónica simple, la mucosa de la pared faríngea es hiperplásica (ha aumentado de forma anormal) y la secreción es mucosa o mucopuru-lenta. Se prescriben sedantes que actúan sobre la hiperreflexia, pincelaciones con solución de cloruro de cinc, etc. Las granulaciones deben destruirse con toques de nitrato de plata o mejor con galvano-cauterización. En ambos casos se prohiben el alcohol y el tabaco así como los picantes y salados: El paciente no debe permanecer en atmósferas excesivamente cálidas ni demasiado frías, debe evitar cambios bruscos de temperatura y no permanecer en ambientes resecados por calefacción central. Las vitaminas siempre constituyen una ayuda terapéutica,
