m. Volumen de fluido que sale de un recipiente en un tiempo determinado.
- gasto cardiaco: el del corazón, es decir, la cantidad de sangre bombeada en cada ventrículo por latido -que en un hombre de tamaño medio y en reposo suele ser, aproximadamente, de 80 ml- multiplicada por unos 70 latidos por minuto, lo que resulta en 5,5 litros por minuto.
El gasto cardíaco sufre variaciones dependiendo de la frecuencia cardíaca y del volumen que se expulsa en cada latido. La frecuencia cardíaca está controlada por la inervación simpática y parasimpática del corazón. El estímulo simpático da lugar a un aumento de la frecuencia mientras que el parasimpático tiene como consecuencia una disminución de la frecuencia. El volumen de sangre que se expulsa por latido depende de la longitud de las fibras del músculo cardíaco y de la presión en la aorta. El gasto cardíaco puede medirse por varios métodos. El método basado en el principio de Fick se basa en que la captación o liberación de una sustancia por parte de un órgano depende del flujo sanguíneo que pase a través de ese órgano y de la diferencia de la concentración arteriovenosa de dicha sustancia. El método de dilución de un indicador consiste en inyectar una pequeña cantidad de un colorante en una vena y medir la concentración de este colorante en una arteria, en la arteria humeral por ejemplo, o en otra posición de forma que se registren concentraciones en función del tiempo.
