f. Inyección, en una cavidad corporal, de gases o de cuerpos sólidos o líquidos pulverizados. Esta forma de administración, que se realiza mediante un aparato llamado insuflador, es especialmente útil en inflamaciones de las vías respiratorias y de la boca, afecciones cutáneas del conducto auditivo externo (insuflación endotimpánica) y en las afecciones de las trompas (insuflación tubárica). A ello se prestan fármacos tales como algunos tópicos de acción antiséptica, astringente y anticongestiva, que suelen mezclarse con polvos inertes, como talco.