f. Afección renal consecutiva a la acción de tensiones arteriales anormalmente elevadas de forma mantenida sobre las arteriolas y glomérulos.
La anatomía patológica de los riñones en esta enfermedad refleja un engrosamiento de las paredes de las arterias de pequeño calibre y de las arteriolas aferentes al glornérulo renal y, en los casos de hipertensión arterial severa (maligna), suele observarse un engrosamiento que se conoce por «en capas de cebolla». Asimismo, se descubre una atrofia isquémica (por falta de aporte de oxígeno) del parénquima renal y, a menudo, petequias (pequeñas manchas rojas) puntiformes en el tejido cortical. La sintomatología depende de la magnitud de la hipertensión y del tiempo de evolución del cuadro. Las formas benignas de hipertensión pueden cursar con una discreta poliuria (secreción abundante de orina) y manifestarse más bien por síntomas dependientes de la afección de otras estructuras: dolores de cabeza, accidentes vasculares cerebrales, enfermedades del músculo cardíaco, etc. Pero las formas malignas pueden presentarse con una insuficiencia renal aguda con oliguria (disminución o reducción importante de la producción y emisión de orina) o bien en forma de crisis hipertensivas con proteinuria y hematuria; a la larga, en el paciente no tratado suele deteriorarse la función renal hasta llegar a una insuficiencia" renal crónica y uremia".
