m. Organismo que vive a expensas de un individuo de otra especie, alterando a veces su salud. Los parásitos pueden dividirse en facultativos y obligados. Se llaman parásitos facultativos aquellos que pueden vivir en estado libre y también pueden adaptarse a condiciones de parasitismo, pudiendo alternar generaciones de vida libre con
generaciones de vida parasitaria. Los parásitos obligados no tienen posibilidad de vida libre en el ambiente exterior, sea a lo largo de todo su ciclo biológico, sea durante una parte del mismo (generalmente las formas adultas). Si viven en la perficie del huésped o en sus anexos cutáneos se habla de ectoparásitos, para distinguirlos de los endoparásitos, que viven en el interior del huésped, ya sea en cavidades que comunican con el exterior (tubo digestivo), ya sea en la sangre o en otros tejidos. Se denominan heteróxenos los parásitos cuyo desarrollo no es posible más que a expensas de varios huéspedes sucesivos, y monoxenos aquellos que efectúan toda su evolución a expensas de un solo huésped.
Los parásitos viven a expensas de individuos de otras especies. Entre algunos animales, la eliminación de los parásitos constituye un importante rito social.